En Città del Castello, de la Umbría, santa Verónica Giuliani, abadesa de la Orden de las Clarisas Capuchinas, quien, dotada de singulares carismas, participó corporal y espiritualmente de la pasión de Cristo, siendo por ello encerrada y vigilada durante cincuenta días, dando siempre pruebas de admirable paciencia y obediencia.
Celebran hoy: Vero, Verónica.
Ver másEn la ciudad de Córdoba, en la Hispania Bética, santos Acisclo y Victoria, mártires.
Celebran hoy: Vicki, Vicky, Victoria.
Ver másEn Luca, de la Toscana, santa Zita, virgen, la cual, nacida de hogar humilde, a los doce años entró a servir a la familia de los Fatinelli, perseverando hasta la muerte con admirable paciencia en este servicio doméstico.
Celebran hoy: Zita.
Ver másEn Castroloco (hoy Mons), de Henao, en Neustria, santa Valdetrudis (Valtruda o Waldetrudis), hermana de santa Aldegundis, que, siendo esposa de san Vicente Madelgario y madre de cuatro santos, a semejanza de su marido se ofreció a Dios y recibió el hábito monástico en el cenobio fundado por ella misma.
En Zurzach (hoy Zurich), junto al Rin, en la región de los tigurinos de Germania, santa Verena (s. IV).
En el lugar de Sankt Gallen, en la región de los helvecios, santa Viborada o Wiborada, virgen y mártir, que vivió encerrada en una celda junto a la iglesia de San Magno, desde la cual atendía al pueblo. A causa de su fe y de sus votos religiosos, arrostró la muerte a manos de invasores húngaros.
En Lovere, en Lombardía, santa Vicenta Gerosa, virgen, que fundó, junto con santa Bartolomea Captanio, el Instituto de las Hermanas de la Caridad.
En la ciudad de Coria, en la provincia hispánica de Lusitania, santa Vicenta, virgen y mártir.
En Castro Fiorentino, en la Toscana, santa Viridiana o Veridiana, virgen, que vivió como reclusa desde la juventud hasta la ancianidad (1236/1242).
Cerca de Bruselas, en Brabante, de la Lotaringia, santa Vivina, primera abadesa del monasterio de la Beata María de Grand-Bigard.
En Chester, en la región de Mercia, en Inglaterra, santa Wereburga, abadesa de Ely, que fundó varios monasterios.
Junto a la fuente de Holywell, en Cambria, santa Winefrida, virgen, a la que se venera como monja eximia (c. s. VII).
Hija de un senador Romano, huyó de su casa para entregar su vida a Dios y a los demás y acabó sus días sirviendo a los pobres en la ciudad de Milass, siendo un ejemplo de humildad y espíritu de sevicio.
En Gablonné, en Bohemia (hoy Chequia), santa Zdislava, madre de familia, que prestó consuelo a los afligidos.
En Atalia, de Panfilia (hoy Antalya, en Turquía), santos Hespero y su esposa Zoe, junto con sus hijos Ciriaco y Teódulo, mártires, los cuales, según la tradición, en tiempo del emperador Adriano eran esclavos al servicio de un pagano, y por orden de su mismo amo fueron primero azotados, luego brutalmente atormentados a causa de su libre confesión de fe cristiana y finalmente arrojados a un horno encendido, en donde entregaron sus almas a Dios (s. II).