La Presentación del Señor, Nuestra Señora de la Purificación o Nuestra Señora de la Candelaria: "Cumpliendo lo mandado por la ley mosaica, a los cuarenta días de su nacimiento, Jesús fue presentado en el Templo, al mismo tiempo que su madre realizaba la ceremonia de su purificación."
Celebran hoy: Cande, Candela, Candelaria, Candy.
Ver másEn Milán, en Italia, beato Andrés Carlos Ferrari, obispo, que trabajó en favor de las tradiciones religiosas de su pueblo y abrió nuevos cauces para dar a conocer en el mundo el amor de Cristo y de la Iglesia.
En Prato, de la Toscana, santa Catalina de'Ricci, virgen, de la Tercera Orden Regular de Santo Domingo, que se dedicó de lleno a la restauración de la religión y por su asidua meditación de los misterios de la pasión de Jesucristo, obtuvo experimentarla de alguna manera.
En Würzburg, en Austrasia, san Burcardo o Bucardo, el cual, oriundo de Inglaterra, fue ordenado por san Bonifacio como primer obispo de esta sede.
En Genezzano, del Lacio, beato Esteban Bellesini, presbítero de la Orden de San Agustín, que permaneció fiel a su congregación durante tiempos difíciles y se dedicó infatigablemente a la educación de la juventud, a la predicación y al trabajo pastoral.
En Orleans, en la Galia Lugdunense, san Flósculo, obispo (c. 500).
En Hanoi, en Tonquín, san Juan Teófano Vénard, presbítero de la Sociedad de Misiones Extranjeras de París y mártir, que tras pasar seis años de trabajos de ministerio en la clandestinidad y en medio de grandes dificultades, aceptó con alegre ánimo, en tiempo del emperador Tu Duc, ser encerrado en una cueva y después degollado.
En Canterbury, en Inglaterra, san Lorenzo, obispo, que gobernó esta Iglesia después de san Agustín y la engrandeció al convertir a la fe al rey Edbaldo.
En Dernach, lugar de la Renania, en Alemania, beata María Catalina Kasper, virgen, que fundó el Instituto de las Pobres Siervas de Jesucristo, para servir al Señor en los pobres.
En Florencia, de la Toscana, beato Simón de Cassia Fidati, presbítero de la Orden de Eremitaños de San Agustín, que con sus palabras y sus escritos condujo a muchos a vivir con más fidelidad la vida cristiana.
En Susa, en el Piamonte, beato Pedro Cambiani de Ruffia, presbítero de la Orden de Predicadores y mártir, que por odio a la Iglesia fue asesinado por los herejes en el claustro.
En Roma, beato Nicolás Saggio de Langobardis, religioso de la Orden de los Mínimos, que ejerció con humildad y santamente el oficio de portero.
En Verona, en Italia, beata María Dominica Mantovani, virgen, que junto con el beato José Nascimbeni, presbítero, fundó el Instituto de las Hermanitas de la Sagrada Familia, de la que fue primera superiora, para atender a los pobres, huérfanos y enfermos,