San Blas, obispo y mártir, que, por ser cristiano, padeció en tiempo del emperador Licinio en la ciudad de Sebaste, en Armenia.
Celebran hoy: Blai, Blas.
Ver másSan Oscar o Ansgario, obispo de Hamburgo y después también de Brema, en Sajonia, el cual, siendo monje del monasterio de Corbie, fue designado por el papa Gregorio IV como legado para todas las tierras del norte de Europa, anunciando el Evangelio a grandes multitudes de Dinamarca y Suecia y consolidando allí la Iglesia de Cristo. Después de superar con ánimo invicto muchas dificultades, desgastado por sus trabajos murió en Brema.
Celebran hoy: Oscar, Oskar.
Ver másProfeta, hijo de Oded, que en 963 A.C. ayudó a Asá al instarlo a "buscar a Yaveh". Como resultado, el rey hizo quitar "las cosas repugnantes" de toda la tierra y consiguió que el pueblo entrara en un pacto, de modo que "a cualquiera que no buscara a Yaveh el Dios de Israel se le diera muerte". (2Cr 15:1-15.)
Santa Olivia u Olivaria, virgen y mártir
En Cartago, ciudad de África, san Celerino, lector y mártir, que confesó denodadamente a Cristo en la cárcel, entre azotes, cadenas y otros suplicios, siguiendo las huellas de su abuela Celerina, anteriormente coronada por el martirio, y de sus tíos Lorenzo, paterno, e Ignacio, materno, los cuales, habiendo servido en campamentos militares, llegaron a ser soldados de Dios, obteniendo del Señor palmas y coronas con su gloriosa pasión (s. III).
En el monasterio de Celle, en Hanonia, san Adelino, presbítero y abad.
En Meerbeke, en Brabante, santa Berlinda, virgen, que se distinguió en esa ciudad por su vida religiosa de pobreza y caridad (s IX-X).
En el monasterio cisterciense de Froidemont, en la región de Beauvais, en Francia, beato Helinando, monje, el cual, después de haber vivido como trovador itinerante, abrazó la vida humilde y escondida en el claustro.
En Londres, en Inglaterra, beato Juan Nelson, presbítero de la Compañía de Jesús y mártir, que por haber negado la suprema potestad de la reina Isabel I en lo referente a la vida del espíritu, fue condenado a muerte y ahorcado en Tyburn.
En Bourg-Saint-Andéol, en la región de Viviers, en Francia, beata María Ana Rivier, virgen, la cual, durante la Revolución Francesa, que suprimió todas las órdenes y congregaciones religiosas, instituyó la Congregación de las Hermanas de la Presentación de María, para educar en la fe al pueblo cristiano.
En Poitiers, en Aquitania, san Leonio, presbítero, que fue discípulo de san Hilario (s. IV).
En Chester, en la región de Mercia, en Inglaterra, santa Wereburga, abadesa de Ely, que fundó varios monasterios.
En Lyon, en la Galia, san Lupicino, obispo, que vivió en la época de la persecución bajo los vándalos (s. V ex.).
En la población de Steyl, en los Países Bajos, beata María Elena Stollenwek, virgen, que colaboró con el beato Arnoldo Janssen en la fundación de la Congregación de las Misioneras Siervas del Espíritu Santo y, habiendo abandonado la función de superiora, se entregó a la adoración.
En Lyon, en Francia, santa María de San Ignacio (Claudina) Thévenet, virgen, quien, movida por la caridad y con ánimo esforzado, fundó la Congregación de las Hermanas de Jesús y María, para la formación espiritual de las jóvenes, especialmente las de condición humilde.