Santos del día 3 de junio

San Carlos Lwanga y compañeros (s. XIX)

Memoria de los santos Carlos Lwanga y doce compañeros, todos ellos de edades comprendidas entre los catorce y los treinta años, que perteneciendo a la corte de jóvenes nobles o al cuerpo de guardia del rey Mwanga, y siendo neófitos o seguidores de la fe católica, por no ceder a los deseos impuros del monarca murieron en la colina Namugongo, degollados o quemados vivos. Estos son sus nombres: Mbaya Tuzinde, Bruno Seronuma, Jacobo Buzabaliao, Kizito, Ambrosio Kibuka, Mgagga, Gyavira, Achilles Kiwanuka, Adolfo Ludigo Mkasa, Mukasa Kiriwanvu, Anatolius Kiriggwajjo y Lucas Banabakintu.

Ver más
San Juan Grande (s. XVII)

Hermano de la orden Hospitalaria de San Juan de Dios. Dio su vida por los enfermos, muriendo atacado por la peste. Es Patrón de la Diócesis de Jerez.

San Lifardo (s. VI)

En Meung-sur-Loire, en el territorio de Orleans, en la Galia, san Lifardo, presbítero, que en dicho lugar llevó vida solitaria.

Beato Andrés Caccioli (s. XIII)

En Spello, de la Umbría, beato Andrés Caccioli, que, siendo presbítero, entró en la Orden de los Hermanos Menores, donde recibió el hábito de manos de san Francisco, al que asistió en el lecho de muerte. Co-patrono de Spello.

San Cecilio de Cartago (s. III)

En Cartago, san Cecilio, presbítero, que convirtió a la fe en Cristo a san Cipriano (s. III).

Santa Clotilde (s. VI)

En Tours, en la Galia Lugdunense, santa Clotilde, reina, por cuyas oraciones su esposo, Clodoveo, rey de los francos, abrazó la fe cristiana, y al enviudar se retiró a la basílica de San Martín, deseando no ser considerada como reina sino como sierva de Dios.

San Kevin de Glendalough (s. VII)

En Glendalough, en Hibernia (hoy Irlanda), san Coemgeno (Kevin), abad, que fundó este monasterio en el que vivieron muchos monjes, de los que fue padre y guía. Conocido como Caoimhghin, Coemgen, Coemgenus, Comegen, Keivin, Kevin of Glen da locha o Kevin of Glendalough

San Cono de Lucania (s. XIII)

En el cenobio de Santa María de Cardossa, en Lucania, san Cono, monje, el cual, con la protección de Dios, llegó a la perfección de las virtudes mediante la observancia monástica y la inocencia de vida, muriendo cuando era aún joven (s. XIII).

Beato Diego Oddi (s. XX)

En la localidad de Bellegra, en los alrededores de Roma, beato Diego (José) Oddi, religioso de la Orden de los Hermanos Menores, eximio por su vida de oración y simplicidad.

San Davino armenio (s. XI)

En la ciudad de Luca, en la Toscana, san Davino, el cual, armenio de nacimiento, vendió todos sus haberes para ser peregrino por Cristo, visitando los Santos Lugares y los sepulcros de los apóstoles, hasta que, habiendo enfermado, descansó en el Señor.

San Genesio de Clermont (s. VII)

En Arvernia, en Aquitania, san Genesio, obispo de Clermont, quien fundó en Manglieu un monasterio con un hospicio, en cuya iglesia recibió sepultura (c. 650).

San Hilario de Carcasonne (s. IV)

En Carcasonne, en la Galia Narbonense, san Hilario, considerado como primer obispo de esta ciudad, en cuyo tiempo los godos difundieron la herejía arriana (s. IV).

San Morando (s. XII)

En la aldea de Altkirch, en la región de Basilea, entre los helvecios, san Morando, monje, oriundo de Renania, que siendo presbítero peregrinó a Compostela y al regreso entró en el monasterio de Cluny, fundando más adelante el cenobio en el que terminó su santa vida (c. 1115).

Santa Oliva de Anagni (s. VI)

En Anagni, de la Campania, santa Oliva, virgen (s. VI/VII).

San Pedro Dong (s. XIX)

En la ciudad de Au Thi, en Tonquín, san Pedro Dong, mártir, padre de familia, que prefirió sufrir crueles torturas antes que pisar la cruz, e hizo de modo que en su frente se escribiese «verdadera religión» en lugar de «falsa religión», como se pretendía, siendo degollado en tiempo del emperador Tu Duc.