Nacido en Damasco en el año 675, renunció a la vida acomodada que le proporcionaba el cargo político de su padre en entró en el monasterio de Sabas. De allí pasará a Jerusalén a la iglesia del Santo Sepulcro. En ambos lugares destaca por su intensa actividad literaria, que podría compararse con San Isidoro de Sevilla en Occidente. Destacó en la querella iconoclasta, una de las veces que se intentó eliminar la iconografía cristiana, con una defensa del culto tradicional explicando la verdadera naturaleza del homenaje que se les rendía a las imágenes que llegó a todo el orbe conocido. La Iglesia lo recuerda el 4 de Diciembre, aunque en muchos sitios se mantiene la fecha tradicional antigua de festejarlo el 27 de Marzo.
Ver másConmemoración de santa Bárbara, de la cual se dice que fue virgen y mártir en Nocomedia en el siglo III o IV.
Celebran hoy: Bárbara, Barbarita.
Ver másEn Colonia, de Renania, en Prusia, beato Adolfo Kolping, presbítero, quien, ardientemente solícito para con los trabajadores y la justicia social, fundó una sociedad de jóvenes obreros, que difundió en muchos lugares.
En el lugar llamado Edo, de Japón, beatos mártires Francisco Gálvez, presbítero de la Orden de Hermanos Menores, Jerónimo de Angelis, presbítero, y Simón Yempo, religioso, estos dos últimos de la Compañía de Jesús, todos los cuales fueron quemados por odio a la fe (c. 1622/1623).
En el lugar llamado Edo, de Japón, beatos mártires Francisco Gálvez, presbítero de la Orden de Hermanos Menores, Jerónimo de Angelis, presbítero, y Simón Yempo, religioso, estos dos últimos de la Compañía de Jesús, todos los cuales fueron quemados por odio a la fe (c. 1622/1623).
En Alejandría, en Egipto, san Heraclas, obispo, famoso como discípulo de Orígenes, de quien fue colaborador y sucesor en la escuela, y elegido después para regir esta sede (247/249).
En la región de Bourges, en Aquitania, san Sigiramnio, peregrino y abad de Longoret (s. VII).
En el monasterio de Ellwangen, en Baviera, san Sola, presbítero y eremita.
En Sebastopol, del Ponto, san Melecio, obispo, el cual, aunque ya famoso por su erudición, fue aún más famoso por su virtud y sencillez de vida (s. IV).
En Siena, de la Toscana, beato Pedro Pectinario (Pietro Pettinari), religioso de la Tercera Orden de San Francisco, insigne por su peculiar caridad hacia los pobres y los enfermos, y por su humildad y silencio.
En Parma, de la Emilia, san Bernardo, obispo, el cual, siendo monje, se aplicó a una vida de perfección, y después, como cardenal, buscó el bien de la Iglesia, para, finalmente, ya obispo, procurar la salvación de las almas.
En Vienne, de la Galia Lugdunense, san Apro, presbítero, el cual, abandonando su patria, se construyó una celda en donde llevó una vida solitaria y penitente en el siglo VII.
En Cenómano (hoy Le Mans), de Neustria, santa Adrehildis o Ada, abadesa del monasterio de Santa María, murió hacia el año 692.
En Verona, en Italia, san Juan Calabria, presbítero, quien fundó la Congregación de Pobres Siervos y Siervas de la Divina Providencia. ...
En el monasterio de Siegburg, de Renania, en Alemania, san Annon (o San Anón), obispo de Colonia, hombre de agudo ingenio, que fue tenido en gran honor, tanto en la Iglesia como en los negocios civiles, en tiempo del emperador Enrique IV, y para aumentar la fe y la devoción, procuró la fundación de muchas iglesias y monasterios.
En Salisbury, en Inglaterra, san Osmundo, obispo, que junto con el rey Guillermo se trasladó de Normandía a Inglaterra y, promovido enseguida al episcopado, consagró la iglesia catedral, proveyendo a la administración de la sede y al culto divino.
En Bolonia, de la Emilia, san Félix, obispo, que fue diácono de la Iglesia de Milán con san Ambrosio. Murió el año 431 o el 432.
En Poliboto, de Frigia, san Juan, llamado el Taumaturgo, obispo, que, contra el dictamen del emperador León el Armenio, trabajó intensamente en favor del culto de las sagradas imágenes en el siglo IX.