En el litoral de Cumberland, región de Inglaterra, santa Bega, monja, cuyo nombre adoptó después la localidad (c. 660).
En el monasterio cisterciense de Boschette (o Vauluisant), cerca de Orange, en la Provenza, memoria del beato Bertrando de Garrigues, presbítero, uno de los primeros discípulos de santo Domingo y siempre fiel a sus consignas.
En Laon, de la Galia, san Cagnoaldo, obispo, discípulo de san Columbano y único ministro ayudante en el eremo cerca de Briançon (c. 632).
En Carcaixent, de la provincia de Valencia, también en España, beato Pascual Torres Lloret, mártir, que, siendo padre de familia, recibió el premio celestial portando la cruz de Cristo.
Conmemoración de san Zacarías, profeta, vaticinador de la vuelta del pueblo desterrado a la tierra de promisión, anunciando al mismo tiempo que un rey pacífico, Cristo el Señor, entraría triunfante en la Ciudad Santa de Jerusalén, lo que se llevó a cumplimiento.
En el monasterio de Füssen, en Baviera, san Magno, abad (s. VIII).
En Gata de Gorgos, de la provincia de Alicante, en España, beato Diego Llorca Llopis, presbítero, y mártir testimoniando a Cristo en la persecución contra la Iglesia. Coadjutor de Benissa.
En Spoleto, región de la Umbría, en Italia, san Eleuterio, abad, cuya simplicidad y compunción de espíritu alabó el papa san Gregorio I Magno (s. VI).
Conmemoración también de san Onesíforo, que sirvió muchas veces a san Pablo en Éfeso y, sin sentir vergüenza por sus cadenas, llegado a Roma, se interesó solícitamente por su suerte (s. I).