Memoria de san Juan Bautista de la Salle, presbítero, que en Reims, de Normandía, en Francia, se dedicó con ahínco a la instrucción humana y cristiana de los niños, en especial de los pobres, instituyendo la Congregación de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, por la cual soportó muchas tribulaciones, siendo merecedor de gratitud por parte del pueblo de Dios.
Ver másEn el monasterio de Crespin, en Hainaut, san Aiberto, presbítero y monje, que diariamente, después de la salmodia, de rodillas o postrado recitaba todo el salterio y comunicaba la divina misericordia a los penitentes que acudían a él.
En Pompeiópolis, de Cilicia, san Caliopio, mártir (s. IV).
Conmemoración de san Hegesipo, que vivió en Roma durante los pontificados de Aniceto y Eleuterio, y con estilo sencillo escribió una historia de los hechos eclesiásticos, desde la Pasión del Señor hasta su tiempo (c. 180).
En el monasterio de los Premostratenses de Steinfeld, en Alemania, san Hermano José, presbítero, que brilló por su delicado amor hacia la Virgen María y celebró con himnos y cánticos su devoción hacia el divino Corazón de Jesús (1241/1252).
En Mitilene, en la isla de Lesbos, san Jorge, obispo, que en tiempo del emperador León el Armenio tuvo que padecer mucho por el culto de las sagradas imágenes.
En Alejandría, de Egipto, san Pelusio, presbítero y mártir.
En Conchinchina, san Pedro Nguyen Van Luu, presbítero y mártir, que en tiempo del emperador Tu Duc fue condenado muerte y subió alegre al patíbulo.
En el lugar de Dongerkou, en China, beata María Asunto Pallotta, virgen de las Hermanas Franciscanas Misioneras de María, dedicada a cargos humildes.
En York, en Inglaterra, san Enrique Walpole, de la Compañía de Jesús, y beato Alejandro Rawlins, presbíteros y mártires, que, bajo la reina Isabel I, fueron encarcelados y cruelmente maltratados por ser sacerdotes, alcanzando la corona eterna al ser después ahorcados y descuartizados.
En York, en Inglaterra, san Enrique Walpole, de la Compañía de Jesús, y beato Alejandro Rawlins, presbíteros y mártires, que, bajo la reina Isabel I, fueron encarcelados y cruelmente maltratados por ser sacerdotes, alcanzando la corona eterna al ser después ahorcados y descuartizados.
En Worcester, Inglaterra, beatos mártires Eduardo Oldcorne, presbítero, y Rodolfo Ashley, religiosos de la Compañía de Jesús, que ejercieron clandestinamente el ministerio durante muchos años, pero finalmente, acusados de tomar parte en un complot contra el rey Jacobo I, fueron encarcelados y torturados, y después descuartizados vivos.
En Worcester, también en Inglaterra, beatos mártires Eduardo Oldcorne, presbítero, y Rodolfo Ashley, religiosos de la Compañía de Jesús, que ejercieron clandestinamente el ministerio durante muchos años, pero finalmente, acusados de tomar parte en un complot contra el rey Jacobo I, fueron encarcelados y torturados, y después descuartizados vivos.