En el monasterio de Passignano, en la Toscana, san Juan Gualberto, abad, que después de perdonar por el amor de Cristo al asesino de un hermano suyo, vistió el hábito monástico, y más tarde, deseando practicar una vida de mayor austeridad, puso los cimientos de una nueva familia monástica en Valumbrosa.
Ver másEn Londres, san Juan Jones, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores, mártir, el cual, oriundo de Gales, abrazó la vida religiosa en Francia, y por haber entrado en Inglaterra como sacerdote, siendo reina Isabel I, fue condenado a pena capital, consumando el martirio en la horca.
En Compluto (hoy Alcalá de Henares), en la Hispania Cartaginense, santos mártires Justo y Pastor. Todavía niños, corrieron voluntariamente al martirio, abandonando en la escuela sus tablillas de escolar y, detenidos por orden del juez e inmediatamente azotados, animándose y exhortándose mutuamente fueron degollados por su amor a Cristo.
En Ancira, de Galacia, santos Proclo e Hilarión, mártires en tiempo del emperador Trajano y del prefecto Máximo (s. II).
En Ancira, de Galacia, santos Proclo e Hilarión, mártires en tiempo del emperador Trajano y del prefecto Máximo (s. II).
En la provincia de Nghê An, en Annam (Vietnam), san Pedro Khanh, presbítero y mártir, que al ser reconocido como cristiano cuando se hallaba en su mesa de recaudador, pasó seis meses preso en la cárcel, y al negarse a abjurar de la fe, fue degollado por orden del emperador Thiêu Tri.
En Milán, ciudad de la Liguria, santos Nabor y Félix, mártires, que, siendo soldados oriundos de Mauritania, se dice que sufrieron el martirio en Laus Pompeia (hoy Lodi) y fueron sepultados en Milán (c. 304).
En Milán, ciudad de la Liguria, santos Nabor y Félix, mártires, que, siendo soldados oriundos de Mauritania, se dice que sufrieron el martirio en Laus Pompeia (hoy Lodi) y fueron sepultados en Milán (c. 304).
En Nagasaki, ciudad del Japón, beatos Matías Araki y siete compañeros, que sufrieron el martirio por su fe en Cristo. Cuyos nombres son: beatos Pedro Arakiyori Chobioye y Susana, esposos; Juan Tanaka y Catalina, esposos: Juan Nagai Naisen y Mónica, esposos, y su hijo el niño Luis.
En el monasterio de Cava, en la Campania, san León I, abad, que proveyó a los pobres con el trabajo de sus manos y les protegió ante los príncipes.
San Hermágoras, mártir, de Aquileya (Italia), s. I. discípulo de San Marcos, Evangelista y primer Obispo de Aquileya, el cual en medio de los milagros que obraba sanando enfermos, y del celo de la predicación, y de la conversión de pueblos enteros, padeció muchas y muy penosas fatigas; por último murió degollado juntamente con su diácono Fortunato, alcanzando la corona del martirio.
En la provincia de Ninh Binh, en Tonquín, santa Inés Lê Thi Thành (Dê), mártir, madre de familia, que en tiempo del emperador Thiêu Tri fue cruelmente atormentada a causa de haber ocultado en su casa a un sacerdote, muriendo en la cárcel por negarse a abjurar de su fe.
En Londres, en Inglaterra, beato David Gunston, mártir, caballero de la Orden de San Juan de Jerusalén, que por oponerse en lo espiritual al régimen del rey Enrique VIII, fue ahorcado en el patíbulo de Southwark.
En Fano, en la región del Piceno, en Italia, san Paterniano, obispo (s. IV).
En la ciudad de Nan Dinh, en Tonquín, san Clemente Ignacio Delgado Cebrián, obispo y mártir, que después de pasar cincuenta años predicando el Evangelio, fue encarcelado por orden del emperador Minh Mang a causa de su fe en Cristo y murió en la cárcel, donde tuvo que sufrir mucho.
En Aquileia, en los confines de Venecia, santos Fortunato y Hermágoras, mártires.
En Lyon, ciudad de la Galia, san Vivenciolo, obispo, que fue promovido al episcopado cuando enseñaba en la escuela monástica de San Eugendio, y animó a clérigos y laicos a estar presentes en el Concilio de Pau, para que el pueblo conociese mejor lo que los pontífices establecían (c. 523).