Santos del día 13 de octubre
San Rómulo de Génova (s. V)
En Matuta (hoy Sanremo), en la costa de la Liguria, san Rómulo, obispo de Génova, que, lleno de ardor apostólico, murió durante una visita pastoral (s. V).
Beata Magdalena Panattieri
En la localidad de Trino, en el Monferrato, beata Magdalena Panatieri, virgen, hermana de Penitencia de Santo Domingo.
Santa Chelidonia de Abruzzo (s. XII)
Cerca de Subiaco, en el Lacio, santa Quelidona o Celidona, virgen, que, como dice la tradición, durante cincuenta y dos años condujo vida solitaria y austera, dedicada únicamente a Dios.
Beata Alejandrina María da Costa (s. XX)
Alejandrina Maria da Costa, miembro laico de la Unión Salesiana. Se tiró por una ventana a la edad de 14 años para preservar su virginidad. Quedó paralizada por la caída. Desde su cama llevó un maravilloso apostolado como alma víctima de oración, reparación y consejería espiritual para muchos que la visitaban.
San Florencio de Tesalónica (s. III)
En Tesalónica, ciudad de Macedonia, san Florencio, mártir, que, según la tradición, después de varios tormentos murió quemado vivo, (c. s. III).
San Geraldo de Cierges (s. X)
En Cierges, en la región de Auvernia, en la Galia, san Geraldo, que, siendo conde de Aurillac, fue un ejemplo para los demás príncipes por haber vivido como monje con hábito secular, procurando el bien de las regiones que tenía encomendadas.
San Leobono de Salagnac
En Salagnac, en el territorio de Limoges, en Aquitania, san Leobono, eremita (s. inc.).
San Lubencio de Kobern (s. IV)
En Kobern, junto al Mosela, en el territorio de Tréveris, san Lubencio, presbítero (s. IV).
San Simberto de Augsburgo (s. IX)
En Augsburgo, de Baviera, en Germania, san Simberto, obispo, que antes fue abad de Mürbach (c. 807).
San Teófilo de Antioquía (s. II)
Conmemoración de san Teófilo, obispo de Antioquía, varón muy erudito, que ocupó esta sede como sexto sucesor de san Pedro y compuso un libro para defender la fe ortodoxa contra el hereje Marción (s. II).
San Venancio de Tours (s. V)
En Tours, de la Galia Lugdunense, san Venancio, abad, el cual, habiéndose casado en su juventud, al visitar la basílica de san Martín se conmovió ante la vida de los monjes y, con el permiso de su esposa, se juntó a ellos para vivir para Cristo (s. V).