Santos del día 16 de agosto

San Roque (s. XIV)
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Beato Simón Bokusai Kiota y compañeros (s. XVII)

En Kokura, en Japón, beatos mártires Simón Bokusai Kiota, catequista, y Magdalena, su esposa; Tomás Gengoro y su esposa María, y el hijo de ambos, Jacobo, todavía niño, que, por orden del prefecto Yetsundo y por odio hacia el nombre de Cristo, fueron crucificados cabeza abajo.

Santa Serena de Roma (s. IV)

Santa Serena de Roma, emperatriz, mujer del emperador Diocleciano. Convertida y bautizada por San Ciriaco, practicó la religión católica en el palacio del emperador y salvó las vidas de muchos cristianos, interponiendo su valimiento ante aquel monstruo de crueldad.

Santa Rosa Fan Hui (s. XX)

En la aldea Fanjiazhuang, cerca de Wujiao, en la provincia china de Hebei, santa Rosa Fan Hui, virgen y mártir, que, durante la persecución desencadenada por los seguidores de la secta «Yihetuan», fue arrojada a un río recubierta de heridas, todavía con vida.

Beato Plácido García Gilabert (s. XX)

En Denia, en el territorio de Alicante, en España, beato Plácido García Gilabert, religioso de la Orden de los Hermanos Menores y mártir, que llevó a cabo un glorioso combate por su amor a Cristo.

Beata Petra de San José Pérez Florido (s. XX)

En Barcelona, en España, beata Petra de San José (Ana Josefa) Pérez Florido, virgen, que ofreció con alegría un cuidado asiduo a los ancianos abandonados y fue fundadora de la Congregación de Hermanas Madres de los Abandonados.

Beato Lorenzo el Coracero (s. XIII)

En Subiaco, en el Lacio, beato Lorenzo, llamado el Coracero. Habiendo matado sin querer a otro, decidió expiar su culpa con gran austeridad y obras de penitencia, viviendo solitariamente en la cueva de un monte.

Beato Radulfo de Fusteia (s. XII)

En los bosques cercanos a Rennes, en la Bretaña Menor, beato Radulfo de Fusteia, presbítero, fundador del monasterio de San Sulpicio.

Beato Juan Bautista Ménestrel (s. XVIII)

En un viejo navío anclado en el mar frente a Rochefort, en Francia, beato Juan Bautista Ménestrel, presbítero y mártir, que, durante la Revolución Francesa, condenado a galeras por ser sacerdote, cubierto de llagas llenas de gusanos consumó su martirio.

Beato Juan de Santa Marta (s. XVII)

En Kioto, de Japón, beato Juan de Santa Marta, presbítero de la orden de los Hermanos Menores y mártir, que, mientras era conducido al lugar del suplicio, iba predicando al pueblo y cantando el salmo Alabad al Señor, todas las gentes.

San Teodoro de Sión (s. IV)

En Sión, en Valais, entre los helvecios (hoy Suiza), san Teodoro, primer obispo de aquella ciudad, que, siguiendo el ejemplo de san Ambrosio, defendió la fe católica contra los arrianos y veneró con magnificencia las reliquias de los mártires de Agauno (s. IV).

Beato Gabriel Sanchís Mompó (s. XX)

En la localidad de Picasent, en el territorio de Valencia, en España, beato Gabriel (José María) Sanchís Mompó, religioso de los Terciarios Capuchinos de la Virgen de los Dolores y mártir, que, por la violencia de los enemigos de la Iglesia, emigró al Señor (1936).

San Frambaldo de Le Mans (s. VII)

En el territorio de la Galia Cenomanense (Le Mans), san Frambaldo, monje, que pasó su vida ya en la soledad, ya viviendo en monasterios (c. 650).

San Esteban de Hungría (s. XI)

San Esteban, rey de Hungría, que, regenerado por el bautismo y habiendo recibido la corona real de manos del papa Silvestre II, veló por la propagación de la fe de Cristo entre los húngaros y puso en orden la Iglesia en su reino, dotándola de bienes y monasterios. Justo y pacífico en el gobierno de sus súbditos, murió en Alba Real (Székesfehérvár), en Hungría, el día de la Asunción, entrando su alma en el cielo.

Beato Enrique García Beltrán (s. XX)

En la localidad de Benicasim, cerca de Castellón, en España, beato Enrique García Beltrán, diácono de la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos y mártir, que, sufriendo el martirio, tuvo parte en la victoria de Cristo.

San Armagilo eremita (s. VI)

En la Bretaña Menor, san Armagilo, eremita (s. VI).

Beato Ángel Agustín Mazzinghi (s. XV)

En Florencia, de la Toscana, beato Ángel Agustín Mazzinghi, presbítero de la Orden de los Carmelitas.

Santa Beatriz da Silva Meneses (s. XV)

En Toledo, en España, santa Beatriz da Silva Meneses, virgen, que fue dama noble de corte de la reina Isabel, pero, después, prefiriendo una vida de mayor perfección, se retiró a las religiosas de la Orden de Santo Domingo durante muchos años y fundó, finalmente, una nueva Orden con el título de Orden de la Concepción de la Bienaventurada Virgen María.

San Arsacio de Niconedia (s. IV)

Conmemoración de san Arsacio, que, en tiempo del emperador Licinio, dio testimonio de su fe en Cristo y, apartándose del ejército, llevó vida solitaria en Niconedia. Finalmente, vaticinando la futura destrucción de la ciudad, entregó su espíritu a Dios mientras oraba (c. 358).