En el pueblo La Louvesc, cerca de Anency, en Francia, san Juan Francisco Regis, presbítero de la Compañía de Jesús, el cual, peregrinando por los montes y aldeas, procuró sin descanso la renovación de la fe católica en las almas de los habitantes por la predicación y la celebración del sacramento de la penitencia.
Ver másEn Besançon, en la Galia Lugdunense, san Ferreol y san Ferrucio, mártires (s. IV)
En la región de Asia Menor, conmemoración de san Quirico y santa Julita, mártires.
En Londres, en Inglaterra, beato Guillermo Greenwood, mártir, de la cartuja de esa ciudad, que por su tenaz fidelidad a la Iglesia, en tiempo de Enrique VIII consumó su martirio por la cárcel, el hambre y la enfermedad junto a seis compañeros.
En Londres, en Inglaterra, beato Roberto Salt, mártir, monje de la Cartuja de esa ciudad, que en tiempo de Enrique VIII, por razón de su fidelidad a Iglesia, murió de hambre en la cárcel de Newgate.
En Lyon, en la Galia, sepultura de san Aureliano, obispo de Arlés, el cual, nombrado vicario en la Galia por el papa Vigilio, fundó en su ciudad dos monasterios, uno masculino y otro femenino, a los que dio una Regla propia.
En el brazo de mar ante el puerto de Rochefort, en Francia, beato Antonio Constante Auriel, presbítero y mártir, que siendo vicario parroquial en Cahors, durante la Revolución Francesa fue encarcelado, por ser sacerdote, en una vieja nave, donde murió a consecuencia de la enfermedad, después de ayudar a sus compañeros.
En Meissen, de Sajonia, san Benón, obispo, que, por defender la unidad de la Iglesia y mantenerse fiel al Romano Pontífice, fue depuesto y desterrado (c. 1106).
En Maguncia, en la Galia Bélgica, santos Aureo, obispo, Justina, su hermana, y compañeros, mártires, que, mientras celebraban la Eucaristía, fueron asesinados por paganos hunos (s. V).
En Besançon, en la Galia Lugdunense, san Ferreol y san Ferrucio, mártires (s. IV)
En la región de Asia Menor, conmemoración de san Quirico y santa Julita, mártires.
En Amatonte, en la isla de Chipre, san Ticón, obispo, en tiempo del emperador Teodosio el Joven (s. V).
En Nantes, también en la Galia Lugdunense, san Similiano, obispo, a quien san Gregorio de Tours considera como un gran confesor (s. IV).
En Carrara, de la Toscana, beato Cecardo, obispo de Luni y Sarzana, quien, inicuamente asesinado por unos obreros cerca de las canteras de mármol, fue considerado como mártir.
En el monasterio de monjas cistercienses de Aywières, en Brabante, santa Lutgarda, virgen, insigne por su devoción al Sagrado Corazón del Señor.