Santa Margarita María Alacoque, virgen, monja de la Orden de la Visitación de la Virgen María, que progresó de modo admirable en la vía de la perfección y, enriquecida con gracias místicas, trabajó mucho para propagar el culto al Sagrado Corazón de Jesús, del que era muy devota. Murió en el monasterio de Paray-le-Monial, en la región de Autun, en Francia, el día diecisiete de octubre.
Ver másSanta Eduvigis, religiosa, que, nacida en Baviera y duquesa de Silesia, demostró un gran interés en ayudar a los pobres, para los cuales fundó hospicios, y, fallecido su marido, se retiró en el monasterio de monjas cistercienses que ella mismo había fundado y del que era abadesa su hija Gertudis, terminando allí sus días, en Trebnitz, el día quince de octubre.
Celebran hoy: Eduvigis.
Ver másEn Muros, de Lucania, san Gerardo Maiella, religioso de la Congregación del Santísimo Redentor, que, lleno de amor por Dios, abrazó un género de vida austera y, consumido por el celo por Dios y las almas, aún joven descansó en el Señor.
Celebran hoy: Gerard, Gerardo.
Ver másEn Roma, Beato Pedro (Pietro) Casani, sacerdote, religioso de la Orden de Clérigos Regulares de las Escuelas Pías, primer compañero del Fundador S.José de Calasanz.
En la región de Retz, cerca de Nantes, en la Bretaña Menor, san Vidal, eremita (s. VIII).
Cerca de Pamiers, junto a los Pirineos, también en la Galia, san Anastasio, monje, el cual, nacido en Venecia, abrazó la vida eremítica en la isla de Tombolenia, cerca de Mont-Saint-Michel, pasando después al monasterio de Cluny, para terminar viviendo en soledad los últimos años de su vida (c. 1085).
En Comminges, de nuevo junto a los Pirineos, en la Galia, san Bertrán, Beltrán o Bertrando, obispo, que, siguiendo los consejos del papa san Gregorio VII, trabajó incansable para la reforma de la Iglesia, reconstruyó su ciudad abandonada y derruida, edificó la iglesia catedral, en la que instituyó una comunidad de canónigos regulares según la Regla de san Agustín (c. 1123).
En Brioude, en la región de los arvernios, en Aquitania, santa Bonita, virgen (s. IX/XI).
En la región de Toul, en la Galia, san Elifio, que se es venerado como mártir (s. IV).
Cerca de Arbona, en Germania, san Galo, presbítero y monje, que, aún adolescente, fue recibido por san Columbano en el monasterio de Bangor, en Hibernia, para dedicarse después a propagar el Evangelio en estas regiones, enseñando a los hermanos la disciplina monástica. Descansó en el Señor ya casi centenario.
En la región de Mirepoix, cerca de los Pirineos, en la Galia, san Gauderico, agricultor, célebre por su devoción a la Madre de Dios (c. 900).
En el monasterio de Igny, en la región de Reims, en la Galia, muerte del beato Gererdo, abad de Clairvaux, que, durante la visita que hacía en este monasterio, fue asesinado por un monje al que había reprendido.
En Jerusalén, conmemoración de san Longinos, venerado como el soldado que abrió con la lanza el costado del Señor crucificado (s. I).
En el monasterio de Hersfeld, en la Franconia, de Germania, san Lulo, obispo de Maguncia, que siendo compañero y colaborador de san Bonifacio en la misión de evangelizar, fue ordenado obispo por él, para que fuese maestro de los presbíteros, doctor de la Regla para los monjes, predicador fiel y pastor para el pueblo cristiano.
En Noyon, de Neustria, san Mumolno, obispo, que, siendo monje, ayudó a san Audomaro en la tarea de evangelizar, hasta que fue elegido obispo para suceder a san Eligio (c. 680).