Memoria de san Luis Gonzaga, religioso, quien, nacido de nobilísima estirpe y admirable por su inocencia, renunció a favor de su hermano el principado que le correspondía e ingresó en la Compañía de Jesús, sucumbiendo, apenas adolescente, por haber asistido durante una grave epidemia a enfermos contagiados.
Celebran hoy: Luiggi, Luigi.
Ver másSanta Demetria, virgen y mártir, de Roma, 362. Que fue coronada con el martirio en tiempo de Juliano Apóstata.
En la región de Evreux, en Neustria, san Leufredo, abad, que fundó el monasterio de la Santa Cruz, el cual presidió durante cuarenta y ocho años.
En una nave anclada ante el puerto de Rochefort, en Francia, beato Jacobo Morelle Dupas, presbítero y mártir, que por ser párroco en la región de Poitiers, durante la Revolución Francesa fue encarcelado, falleciendo de hambre, severo para sí mismo y dulce para con los demás.
En Londres, en Inglaterra, san Juan Rigby, mártir, el cual, reinando Isabel I, fue detenido en Londres y condenado a la pena capital por haberse reconciliado con la Iglesia Católica, siendo ahorcado en Southwark y, aun vivo, descuartizado.
En Gaël, en la Bretaña Menor, san Meveno, abad, que, nacido en Cambria, se retiró a los bosques de la Armórica y fundó un monasterio (s. VI).
En el lugar de Zapotlanejo, en México, san José Isabel Flores, presbítero, mártir durante la gran persecución en aquel país.
En Bourges, en Aquitania, san Radulfo, obispo, quien, solícito por la vida sacerdotal, junto con presbíteros de la iglesia que tenía encomendada recogió textos de los santos Padres y de los cánones para el uso pastoral.
En Huesca, en Aragón, san Raimundo, que, siendo canónigo regular, fue designado obispo de Roda y de Barbastro, de donde fue expulsado tres años de la sede por no querer luchar nunca con las armas contra los enemigos del nombre cristiano.
En Orviero, de la Toscana, beato Tomás Corsini, religioso de la Orden de los Siervos de María.