La realeza de María está íntimamente ligada a su Asunción al Cielo. La Virgen Santísima es Reina, sobre todo, por ser la Madre de Jesucristo, Rey y Señor del Universo. Desde su plena y definitiva glorificación ejerce, junto a su Hijo, el cuidado amoroso sobre todo lo creado.
Ver másEn Ofida, en el Piceno, de Italia, beato Bernardo (Domingo) Peroni, religioso de la orden de los Hermanos Menores Capuchinos, célebre por su sencillez de corazón, inocencia de vida y su admirable caridad para con los pobres.
En el mar frente a Rochefort, en Francia, beato Elías Leymarie de Laroche, presbítero y mártir, que, durante la Revolución Francesa, encarcelado en un viejo navío anclado, fue maltratado cruelmente y, habiendo enfermado, exhaló su espíritu.
En la localidad de Starunya, en el territorio de Stanislaviv (hoy Ivanofrankivsk), en Ucrania, beato Simeón Lukac, obispo y mártir, que durante un gobierno hostil a la fe ejerció clandestinamente su ministerio en favor de la grey de católicos de rito bizantino, y con una muerte fiel proclamó la gloria y el honor de Cristo el Señor y de Dios.
En Todi, de la Umbría, san Felipe Benizi, presbítero de Florencia, varón de gran humildad y propagador de la Orden de los Siervos de María, que consideraba a Cristo crucificado su único libro.
En Roma, en la vía Ostiense, en su cementerio, san Timoteo, mártir.
En Mevania (hoy Bevagna), también en la Umbría, beato Jacobo Bianconi, presbítero de la Orden de Predicadores, que fundó allí un convento y rebatió los errores de los nicolaítas.
En Hereford, Inglaterra, san Juan Kemble, presbítero y mártir, que en tiempo de persecución ejerció el ministerio pastoral durante más de cincuenta años y, ya octogenario, fue ahorcado por ser sacerdote, consumando el martirio.
En Worchester, también en Inglaterra, san Juan Wall, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores y mártir, que, tras haber ejercido clandestinamente su ministerio pastoral durante mas de veinte años, en tiempo del rey Carlos II, por el hecho de ser sacerdote, fue ahorcado y después descuartizado.
En Autun, en la Galia Lugdubense, san Simfoniano, mártir, que, mientras era llevado al suplicio, su madre, desde la muralla de la ciudad, le exhortaba con estas palabras: «Hijo, hijo, Simforiano, pon tu pensamiento en Dios vivo. Hoy no se te quita la vida, sino que se te cambia por una mejor» (s. III/IV).
En Ocra, cerca de Fossa dell’Aquila, en el Abruzo, beato Timoteo de Montículo, presbítero de la Orden de los Menores, insigne por la austeridad de su vida y el fervor de su oración.
En York, en Inglaterra, beato Tomás Percy, mártir, conde de Northumberland, que durante el reinado de Isabel I fue decapitado por mantenerse fiel a la Iglesia de Roma, consiguiendo así la palma del martirio.
San Fabricio (Fabriciano) y San Filiberto son venerados en la diócesis de Toledo.
San Fabricio (Fabriciano) y San Filiberto son venerados en la diócesis de Toledo.