En Agauno (hoy Saint Maurice d´Agaune), en la región de Valais, en el país de los helvecios, santos mártires Mauricio, Exuperio, Cándido, que siendo soldados, al decir de san Euquerio de Lyon, fueron sacrificados por su fe en Cristo, en tiempo del emperador Maximiano, juntamente con sus compañeros de la misma legión Tebea y el veterano Víctor, ilustrando así a la Iglesia con su gloriosa pasión (c. 302).
Ver másCerca de la localidad de Vinalesa, en Valencia, España, beato Aurelio (José) Ample Alcaide, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos y mártir, que, en la misma persecución, dio un fruto de gloria a través de la prueba de su fe.
En Bolbaite, en la misma provincia de Valencia, beato Vicente Sicluna Hernández, presbítero, y mártir en la citada persecución.
En Corbera, cerca de la ciudad de Valencia, de nuevo en España, beata María de la Purificación Vidal Pastor, virgen, y mártir durante la persecución, mereciendo entrar con Cristo Esposo a las bodas eternas.
En Turín, en la región del Piamonte, beato Ignacio de Sandone (Lorenzo Mauricio) Belvisotti, presbítero de la Orden de Hermanos Menores Capuchinos, asiduo en atender a penitentes y en ayudar a enfermos.
En la población de Monserrat, Valencia, beato Germán Gozalvo Andreu, presbítero, y mártir por el testimonio de Cristo en la misma persecución religiosa.
Frente a Rochefort, en la costa norte de Francia, beato José Marchandon, presbítero y mártir, que, en días de la Revolución Francesa, fue embarcado en sórdida nave por razón de su condición sacerdotal, muriendo consumido de hambre y enfermedad para volar al Padre.
En el monte Glonna, a orillas del Loira, en la región de Poitiers, en la Galia, san Florencio, presbítero (c. s. VI).
En Levroux, en el territorio de Bourges, en Aquitania, san Silvano, eremita (c. s. V).
En el monasterio cisterciense de Morimond, de la Galia, tránsito del beato Otón, obispo de Freising, en Baviera, muerto con el hábito monacal, que nunca abandonó en todo el tiempo de su episcopado.
En Roma, en la vía Salaria Antigua, sepultura de santa Basila, mártir, bajo Diocleciano y Maximiano.
En Laon, de Neustria (hoy Francia), santa Salaberga, abadesa, de quien se dice que san Columbano le curó su ceguera y la encauzó al servicio de Dios (c. 664).
En la Galia, en el territorio de Coutances, san Lautón o Laudo, obispo (post 549).
En Ratisbona (hoy Regensburg), en Baviera, san Emeramo, obispo, martirizado por su fe en Cristo (c. 690).
En Roma, en el cementerio de Commodila de la vía Ostiense, conmemoración de santa Emérita, mártir (s. inc.).
En la ciudad de Monzón (Huesca), beato Dionisio Pamplona, presbítero de la Orden de Clérigos Regulares de las Escuelas Pías y mártir, que, en tiempo de persecución, por ser sacerdote fue llevado al glorioso martirio.
En la ciudad de Almazora (Castellón), beato Juan Agramunt, presbítero de la Orden de Clérigos Regulares de las Escuelas Pías y mártir, que, en tiempo de persecución, por ser sacerdote fue llevado al glorioso martirio.
En la ciudad de Algemesí (Valencia), beato José Ferrer, presbítero de la Orden de Clérigos Regulares de las Escuelas Pías y mártir, que, en tiempo de persecución, por ser sacerdote fue llevado al glorioso martirio.
En la ciudad de Monserrat (Valencia), beato Carlos Navarro, presbítero de la Orden de Clérigos Regulares de las Escuelas Pías y mártir, que, en tiempo de persecución, por ser sacerdote fue llevado al glorioso martirio.
En la ciudad de Odena (Barcelona), beato Ignacio (Ignasi) Casaovas, presbítero de la Orden de Clérigos Regulares de las Escuelas Pías y mártir, que, en tiempo de persecución, por ser sacerdote fue llevado al glorioso martirio.
En la ciudad de Castellón, beato Francisco (Francesc) Careceller, presbítero de la Orden de Clérigos Regulares de las Escuelas Pías y mártir, que, en tiempo de persecución, por ser sacerdote fue llevado al glorioso martirio.
En la ciudad de Vallibona (Castellón), beato Matías Cardona, presbítero de la Orden de Clérigos Regulares de las Escuelas Pías y mártir, que, en tiempo de persecución, por ser sacerdote fue llevado al glorioso martirio.
En la ciudad de Gabasa (Huesca), beato David Carlos de Vergara, Religioso de la Orden de Clérigos Regulares de las Escuelas Pías y mártir, que, en tiempo de persecución, por ser religioso fue llevado al glorioso martirio.
En la ciudad de Castellfullit (Girona), beato Enrique (Enric) Canadell, presbítero de la Orden de Clérigos Regulares de las Escuelas Pías y mártir, que, en tiempo de persecución, por ser sacerdote fue llevado al glorioso martirio.
En la ciudad de Azanuy (Huesca), beato Florentín Felipe, presbítero de la Orden de Clérigos Regulares de las Escuelas Pías y mártir, que, en tiempo de persecución, por ser sacerdote fue llevado al glorioso martirio.
En la ciudad de Azanuy (Huesca), beato Faustino Oteiza, presbítero de la Orden de Clérigos Regulares de las Escuelas Pías y mártir, que, en tiempo de persecución, por ser sacerdote fue llevado al glorioso martirio.
En la ciudad de Gabasa (Huesca), beato Manuel Segura, presbítero de la Orden de Clérigos Regulares de las Escuelas Pías y mártir, que, en tiempo de persecución, por ser sacerdote fue llevado al glorioso martirio.