Santo capuchino italiano muy conocido por sus estigmas, su generoso trabajo como sacerdote y su testimonio de santificación del dolor.
Celebran hoy: Pío.
Ver másEn Seleucia, de Cilicia, santa Tecla, virgen y mártir, originaria de Iconio, en Licaonia (s. inc.). ...
Ver másSacerdote, fundó con Santa Isabel Bichier la comunidad de Hermanas de la Santa Cruz (o hermanas de San Andrés).
En el monasterio de Hy, en la isla de Iona, en Escocia, san Adamnano, presbítero y abad, varón muy docto en conocimientos bíblicos y amantísimo de la unidad y de la paz, que, tanto en Escocia como en Irlanda, con su predicación persuadió a muchos para celebrar la Pascua según la tradición romana.
En Cracovia, en Polonia, beata Bernardina Jablonska, virgen, fundadora de la Congregación de Hermanas Servidoras de los Pobres, siempre solícita para con los necesitados y enfermos.
En Ancona, del Piceno, en Italia, conmemoración de san Constancio, mansionario de la iglesia, conspicuo más por la humildad que por el don de milagros (s. V).
En Bolonia, en la región de la Emilia, en Italia, beata Elena Duglioli Dall’Olio, que después de un matrimonio llevado en admirable concordia con su cónyuge, al enviudar vivió una vida ejemplar.
En Kingston, a orillas del Támesis, en Inglaterra, beato Guillermo Way, presbítero y mártir, condenado a la pena capital y colgado en el patíbulo, reinando Isabel I, por haber entrado en Inglaterra en calidad de sacerdote.
En Varsovia, en Polonia, beato José Stanek, presbítero de la Sociedad del Apostolado Católico y mártir, el cual, en tiempo de guerra, sufrió el martirio al ser ahorcado por los perseguidores de la fe.
En Roma, conmemoración de san Lino, papa, a quien, según testimonio de san Ireneo, los santos apóstoles le encomendaron el episcopado de la Iglesia fundada en la Urbe. Pablo apóstol lo recuerda como compañero (s. I).
En Montreal, en la provincia de Quebec, en Canadá, beata María Emilia Tavernier, religiosa, que, al perder el marido y los hijos, se entregó a cuidar a los necesitados, fundando la Congregación de las Hermanas de la Providencia, en favor de los huérfanos, ancianos y débiles mentales.
En Venecia, beato Pedro Acotanto, monje, que recusó humildemente el cargo de abad, prefiriendo vivir recluso en el monasterio (c. 1187).
En Misena de Campania, en Italia, san Sosso (antes Sosio), diácono y mártir, quien, al decir del papa san Símaco, deseando proteger de la muerte a su obispo, consiguió también él el martirio con igual precio y gloria (c. 305).
En Benissa, de la provincia de Valencia, en España, beato Vicente Ballester Far, presbítero y mártir, que en los días de persecución religiosa libró un buen combate por Cristo.