Joven, posiblemente romana, martirizada cerca del lago de Bolsena en la región Toscana de Italia. Sus hazañas legendarias se han confundido con las de Santa Cristina de Tiro, cuya existencia no es segura. La iconografía la representa en variadas formas: Con flechas, sosteniendo una piedra de molino, con serpientes. Desde 1969 el culto se limita a los calendarios locales.
Celebran hoy: Chris, Christie, Christina, Christine, Christy, Cris, Cristina, Tina.
Ver másEn Tauriano, de Calabria, san Fantino el Viejo, de sobrenombre "Taumaturgo" (s. IV).
En Nápoles, ciudad de la Campania, beato Modestino de Jesús y de María (Domingo) Mazzarello, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores, que, cercano siempre a toda clase de pobres y afligidos, al asistir a los moribundos en tiempo de cólera murió contagiado de la misma enfermedad.
En Barcelona, en España, beata María de la Merced Prat, de la Sociedad de Santa Teresa de Jesús, virgen y mártir, que durante la misma contienda fue condenada a muerte por ser religiosa.
En Stary Sacz, de Tarnow, en Polonia, santa Kinga o Cunegunda, hija del rey de Hungría y casada con el príncipe Boleslao, la cual, de acuerdo con su esposo, conservó su virginidad y, muerto éste, profesó la vida religiosa bajo la Regla de Santa Clara, en el monasterio fundado por ella misma.
En Ferrara, ciudad de la Emilia, beato Juan de Tossignano Tavelli, obispo, de la Orden de los Jesuatos.
En Orbe, de Saboya (hoy en el cantón de Vaud), beata Luisa, religiosa, hija del duque beato Amadeo, que contrajo matrimonio con el príncipe Hugo de Châlon-Arlay y, fallecido éste, profesó la Regla de Santa Clara, reformada por santa Coleta, viviendo fielmente y con humildad la vida religiosa.
En la ciudad de Nam Dinh, en Tonquín, san José Fernández, presbítero de la Orden de Predicadores y mártir, decapitado a causa de su fe en Cristo, siendo emperador Minh Mang.
En Newcastle, junto al Tyne, Inglaterra, beato José Lambton, presbítero y mártir, que, no contando más que veinticuatro años, por ser sacerdote fue atrozmente descuartizado.
En Durhan, en Inglaterra, san Juan Boste, presbítero, que, siendo reina la misma Isabel I, por ser sacerdote sufrió el martirio y ante el juez no cesó de dar ánimos a sus compañeros.
En la región de Albi, de Aquitania, santa Sigolena, religiosa (c. s. VI).
San Sarbelio (José) Makhluf, presbítero de la Orden de los Maronitas Libaneses, que, por amor a la soledad y para alcanzar la más alta perfección, dejó el cenobio de Annaya, en el Líbano, y se retiró al desierto, en el que sirvió a Dios día y noche, viviendo con gran austeridad, ayunando y orando.
San Víctor, Estercacio y Antinógenes, mártires. Los tres, naturales de Mérida, Badajoz, y convertidos a la fe por el obispo de dicha ciudad. Víctor era militar y se le encargó de custodiar a unos cristianos que, condenados al suplicio, dejóles él huir y se presentó al prefecto confesándose él cristiano y pronto a morir en su lugar. En efecto, el magistrado le mandó decapitar.
En la Tebaida, santa Eufrasia, virgen, que, siendo de familia senatorial, optó por hacer vida eremítica en el desierto, en humildad, pobreza y obediencia (s. V).
En Ardmore, en la provincia irlandesa de Momonia (hoy Waterford), san Declano, a quien esta Iglesia celebra con gran devoción como su primer obispo (c. s. V).
En el convento de Saint-Trond, en Brabante, beata Cristina, llamada la "Admirable", porque en ella obró Dios cosas realmente admirables, tanto en su cuerpo, pues tuvo que sufrir mucho, como en su alma, enriquecida con fenómenos místicos (c. 1224).
En Barcelona igualmente, beato Javier Bordás Piferrer, religioso salesiano, que con su martirio testimonió claramente que era discípulo del divino Maestro.
En Rieti, ciudad de la Sabina, san Balduíno, abad, discípulo de san Bernardo en el monasterio de Claraval, que fue enviado por el mismo san Bernardo a esta ciudad para fundar y regir el monasterio de San Mateo sub Lacu.
En l´Aquila, en la región Vestina, beato Antonio Torriani, presbítero de la Orden de los Ermitaños de San Agustín, médico de cuerpos y almas.
En Annaya, del Líbano, muerte de san Charbel (José) Makhluf, cuya memoria se celebra el veinticuatro de julio.
Santos Nicetas y Aquilesia, mártires, Licia (Asia Menor), s. III.
Santos Meneo y Capitón, mártires, Licia, s. III.