Santos del día 25 de enero

San Pablo en su conversión (s. I)

Fiesta de la Conversión de san Pablo apóstol. Viajando hacia Damasco, cuando aún maquinaba amenazas de muerte contra los discípulos del Señor, el mismo Jesús glorioso se le reveló en el camino, eligiéndole para que, lleno del Espíritu Santo, anunciase el Evangelio de la salvación a los gentiles. Sufrió muchas dificultades a causa del nombre de Cristo (c. 67).

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San Agileo (s. III)

En Cartago, ciudad de África (hoy en Túnez), san Agileo, mártir, del cual, en el aniversario de su muerte y en su basílica, san Agustín predicó ante el pueblo (s. III/IV).

Beato Antonio Migliorati (s. XV)

En la ciudad de Amándola, del Piceno (hoy Italia), beato Antonio Migliorati, presbítero de la Orden de los Eremitas de San Agustín.

Beato Antonio Swiadek

En el campo de concentración de Dachau, cerca de Munich, en Alemania, beato Antonio Swiadek, presbítero y mártir por defender la fe ante aquellos que seguían doctrinas que negaban la dignidad humana.

Beata Arcángela (Leonor) Girlani (s. XV)

En Mantua, ciudad de la Lombardía (hoy Italia), beata Arcángela (Leonor) Girlani, virgen de la Orden de las Carmelitas, priora del convento de Parma y fundadora del cenobio de Mantua.

San Artemas (s. III)

En Pozzuoli, en la región de la Campania (hoy Italia), san Artemas, mártir (s. III/IV).

San Bretanión (s. IV)

Conmemoración de san Bretanión, obispo de Tomis, en Escitia (hoy Ucrania), que se opuso energicamente al emperador arriano Valente y se distinguió por su santidad y por su celo en defensa de la fe católica (s. IV).

San Popón (s. XI)

En Marchiennes, en Flandes (hoy Bélgica), san Popón, abad de los monasterios de Stavelot y Malmedy, que difundió en muchos monasterios de Lotaringia la observancia de Cluny.

San Palemón (s. IV)

En Tabennesi, de Tebaida, en Egipto, san Palemón, anacoreta, hombre asiduo a la oración y a la austeridad, que fue maestro de san Pacomio (s. IV).

Beata María Antonia (Teresa) Grillo (s. XX)

En Alejandría, del Piamonte, en Italia, beata María Antonia (Teresa) Grillo, religiosa, que, habiendo quedado viuda, asumió con misericordia las necesidades de los pobres y, después de vender todas sus posesiones, fundó la Congregación de las Hermanitas de la Divina Providencia.