En Tarragona, de la corona de Aragón, en España, beato Pedro Armengol (Pere Ermengol), que, siendo jefe de bandoleros, se convirtió a Dios y entró en la Orden de la Virgen María de la Merced, dedicando su vida a rescatar cautivos en África.
Ver másLa "Mare de Déu de Montserrat" es la virgen negra patrona de Cataluña, por cuyo santuario han pasado muchísimos santos, entre ellos San Ignacio de Loyola, San Pedro Nolasco, San Antonio María Claret...
Celebran hoy: Monserrat, Montse, Montserrat.
Ver másEn Luca, de la Toscana, santa Zita, virgen, la cual, nacida de hogar humilde, a los doce años entró a servir a la familia de los Fatinelli, perseverando hasta la muerte con admirable paciencia en este servicio doméstico.
Celebran hoy: Zita.
Ver másEn Bitetto, en la Apulia, beato Jacobo de Iádere Varinguer, religioso de la Orden de Hermanos Menores (c. 1485).
En Tabennesi, de la Tebaida, en Egipto, san Teodoro, abad, discípulo de san Pacomio y padre de una congregación de monasterios (s. IV).
En Jerusalén, conmemoración de san Simeón, obispo y mártir, que, según la tradición, era hijo de Cleofás y pariente del Salvador según la carne. Ordenado obispo de Jerusalén después de Santiago, el pariente del Señor, en la persecución bajo el emperador Trajano fue sometido a varios suplicios hasta que, ya anciano, murió en la cruz.
En Cibali, en Panonia, san Polión, lector y mártir, que, detenido en la persecución durante el emperador Diocleciano, e interrogado por el prefecto Probo, como confesase insistentemente a Cristo y se negase sacrificar a los ídolos, fue quemado vivo fuera de la ciudad (c. 303).
En Reims, en Francia, beato Nicolás Roland, presbítero, que, preocupado por la formación cristiana de la infancia, estableció escuelas para niñas pobres que quedaban fuera de otras instituciones y fundó la Congregación de las Hermanas del Santo Niño Jesús.
En la isla de Man, en la parte septentrional de Cambria, san Macaldo o Maughold, obispo, célebre por su santidad (s. VII).
En Altino, de la región de Venecia, san Liberal, eremita (c. 400).
En la isla de Afusia, en Propontide, san Juan, hegúmeno de Catari, que, por defender el culto de las santas imágenes en tiempo del emperador León el Armenio, tuvo de luchar con constancia (s. IX).
En Salamanca, en España, beata María Antonia Bandrés y Elósegui, virgen, de la Congregación de las Hijas de Jesús, que entregó su vida a Dios y se consumió en la desolación en breve tiempo.
En Kotor (Cattaro), de Montenegro, beata Catalina, virgen, la cual, bautizada en la Iglesia ortodoxa, ingresó en la Orden de Penitencia de Santo Domingo, tomó el nombre de Hosanna y vivió como reclusa durante cincuenta y un años, entregada a la contemplación, e intercedió por el pueblo cristiano en el asedio de los turcos.