Papa de origen británico que combatió las herejías pelagiana y nestoriana en el siglo quinto.
Ver másEn Chalons, de Burgundia, en Francia, sepultura de san Gountrán (o Guntrano), rey de los francos, que destinó sus tesoros a las iglesias y a los pobres.
En Monticiano, cerca de Siena, en la Toscana, beato Antonio Patrizi, presbítero de la Orden de Ermitaños de San Agustín, que fue verdadero amador de los hermanos y del prójimo (c. 1311).
En Tarso, de Cilicia, san Castor, mártir (s. inc.).
En Heliópolos, de Fenicia, san Cirilo, diácono y mártir, que bajo el emperador Juliano Apóstata sufrió un cruel martirio (c. 362).
En Naso, cerca de Mesina, en Sicilia, beato Conón, monje, que al regreso de una peregrinación a los Santos Lugares encontró difuntos a sus padres y, distribuyendo su hacienda familiar entre los indigentes, abrazó la vida de anacoreta, según la disciplina de los monjes orientales.
En York, en Inglaterra, beato Cristobal Wharton, presbítero y mártir en tiempo de la reina Isabel I, ajusticiado por ser sacerdote.
En el monasterio de Císter, en Borgoña (hoy Francia), san Esteban Harding, abad, que junto con otros monjes vino de Molesmes y, más tarde, estuvo al frente de este célebre cenobio, donde instituyó a los hermanos conversos, recibió a san Bernardo con treinta compañeros y fundó doce monasterios, que unió con el vínculo de la Carta de Caridad, para que no hubiese discordia alguna entre ellos, sino que los monjes actuasen con unidad de amor, de Regla y con costumbres similares.
En el monte Olimpo, en Bitinia, san Hilarión, hegúmeno del monasterio de Pelecete, que luchó valerosamente por el culto de las santas imágenes (s. VIII).
En Tours, en Francia, beata Juana María de Maillé, que, al morir su esposo en la guerra, quedó reducida a la miseria y, arrojada por los suyos de casa, vivió abandonada de todos en una celda como una reclusa, junto al convento de los Menores, mendigando el pan, abandonada totalmente en Dios.
En Alejandría, en Egipto, san Proterio, obispo, que el Jueves Santo, en un tumulto popular, fue cruelmente asesinado por los monofisitas, seguidores de su predecesor Dióscoro.
En Anjou, en Francia, beata Renata María Feillatreau, mártir, que, estando casada, durante la Revolución Francesa fue decapitada por su fidelidad hacia la Iglesia católica.