Gregorio Ostiense, obispo († c. a. 1044). Abad del monasterio de san Cosme y san Damián, en Roma. Obispo de Ostia. Vivió varios años en España como legado papal.
Ver másConmemoración de san Isaías, profeta, que en tiempo de Ozías, Jotam, Ajaz y Ezequías, reyes de Judá, fue enviado a un pueblo infiel y pecador, para manifestarle al Dios fiel y salvador, en cumplimiento de las promesas que Dios juró a David. Conforme ha transmitido la tradición existente entre los judíos, murió martirizado bajo el reinado de Manasés (s. VIII a. C.).
Celebran hoy: Isaías.
Ver másEn el lugar de Monticchiello, en la Toscana, beato Benincasa de Montepulciano, religioso de la Orden de los Siervos de María, que vivió en una cueva del monte Amiata, en la región de Siena, llevando una vida de penitencia.
En Vienne, en la Galia Lugdunense, san Dionisio, obispo (s. IV).
En el monasterio camaldulense de Fonte Avellana, en la región de la Umbría, beato Forte Gabrielli, ermitaño.
En Vendôme, junto al río Loira, san Beato, presbítero y ermitaño (c. s. VII).
En Cagli, en la vía Flaminia, de la región de Piceno, en Italia, san Geroncio, obispo de Ficocle, quien, según la tradición, fue martirizado en este día, mientras regresaba de un Sínodo celebrado en Roma (c. 501).
Conmemoración de san Hermas, mencionado por san Pablo en la Carta a los Romanos (s. I).
En la ciudad de Nam-Dinh, en Tonquín, san José Dô Quang Hiên, presbítero de la Orden de Predicadores y mártir, que, encerrado en una prisión, se dedicó intensivamente a convertir a los paganos y a confortar en la fe a los cristianos, hasta que, por decreto del emperador Thiêu Tri, fue decapitado.
En Munich, ciudad de la región de Baviera, en Alemania, beata María Teresa de Jesús (Carolina) Gerhardinger, virgen, que fundó providencialmente la Congregación de Pobres Hermanas Escolásticas de Nuestra Señora.
En Tebaida, san Pacomio, abad, que cuando aún era pagano se sintió impresionado por el testimonio de caridad cristiana para con los soldados detenidos en la cárcel común y, después de abrazar el cristianismo, recibió el hábito monástico de manos del anacoreta Palamón. Al cabo de siete años, por inspiración divina, fue abriendo numerosos monasterios con el fin de recibir a los monjes en régimen de vida común, escribiendo para ellos una célebre Regla (347/348).
En Londres, en Inglaterra, beato Tomás (Thomas) Pickering, mártir, monje de la Orden de San Benito, el cual, varón de sincera simplicidad y de vida inocentísima, fue acusado falsamente de conjuración contra el rey Carlos II y, movido por su amor a Cristo, se encaminó con ánimo sereno hacia el patíbulo en Tyburn.