En la aldea de Triora, en la Liguria, de Italia, beato Tomás Regio, arzobispo de Génova, que a la austeridad de vida supo unir una admirable mansedumbre, logró mantener la concordia entre los ciudadanos y atendió de mil maneras a los necesitados, haciendo lo indecible por solventar las dificultades de la convivencia humana.