Santos del día 4 de febrero

Santa Juana de Valois (s. XVI)

En Bourges, de Aquitania, santa Juana de Valois, que siendo reina de Francia, al ser declarado nulo su matrimonio con Luis XII se dedicó a servir a Dios, cultivando una especial piedad hacia la Santa Cruz y fundando la Orden de la Santísima Anunciación de la Santa Virgen María.

Celebran hoy: Gianella, Gianina, Giovanna, Ivanna, Joana, Joanaina, Johana, Johanna, Jojana, Juana, Juanita, Yohana.

Ver más
San Gilberto de Sempringham (s. XII)

En Sempringham, en Inglaterra, san Gilberto, presbítero, que fundó, con la aprobación del papa Eugenio III, una Orden monástica, en la que impuso una doble disciplina: la Regla de san Benito para las monjas y la de san Agustín para los clérigos.

Celebran hoy: Gilbert, Gilberto.

Ver más
San Fileas de Thmuis (s. IV)

En Alejandría, en Egipto, pasión de los santos mártires Fileas, obispo de Thmuis, y Filoromo, tribuno militar, que durante la persecución bajo el emperador Diocleciano, no pudiendo ser persuadidos por deudos y amigos a pensar en sí mismos, obtuvieron del Señor la palma del martirio al ser degollados (s. IV).

San Gémino confesor
San Remberto obispo
San Eutiquio de Roma

En Roma, en las catacumbas de la vía Apia, san Eutiquio, mártir, que durante mucho tiempo fue castigado con insomnio y hambre y, finalmente, arrojado a una profunda cavidad. Con su fe en Cristo venció la crueldad del tirano (s. inc.).

San Juan de Brito (s. XVII)
Beato Juan Speed (s. XVI)

En Durham, en Inglaterra, beato Juan Speed, mártir, que, durante el reinado de Isabel I, por haber auxiliado a unos sacerdotes alcanzó la palma del martirio al ser degollado.

San Nicolás Estudita (s. IX)

En Constantinopla, san Nicolás Estudita, monje, que fue exiliado repetidas veces por defender el culto de las santas imágenes y terminó sus días como hegúmeno del monasterio de Estudion.

San José de Leonessa (s. XVII)

En Amatrice, lugar del Abruzo, san José de Leonessa, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos, que en Constantinopla sostuvo en su fe a los cristianos cautivos y, habiendo sufrido grandes tribulaciones por haber predicado el Evangelio incluso en el palacio del Sultán, regresó a su patria y se distinguió por atender a los pobres.

San Filoromo de Alejandría (s. IV)

En Alejandría, en Egipto, pasión de los santos mártires Fileas, obispo de Thmuis, y Filoromo, tribuno militar, que durante la persecución bajo el emperador Diocleciano, no pudiendo ser persuadidos por deudos y amigos a pensar en sí mismos, obtuvieron del Señor la palma del martirio al ser degollados (s. IV).

San Isidoro de Pelusio (s. V)

En Pelusio, también en Egipto, san Isidoro, presbítero, hombre de profunda doctrina, que, despreciando el mundo y las riquezas, trató de imitar la vida de san Juan Bautista en el desierto, vistiendo el hábito monástico.

San Aventino de Chartres (s. VI)

En Châteaudun, cerca de Chartres, en la Galia, tránsito de san Aventino, obispo, que había ocupado la mencionada sede de Chartres.

San Aventino de Troyes (s. VI)

En Troyes, en la Galia Lugdunense, san Aventino, que fue servidor de san Lupo, obispo.

San Rabano "Mauro" (s. IX)

En Maguncia, de la Franconia, en Alemania, san Rabano, apellidado "Mauro", obispo, que, siendo monje de Fulda, fue elevado a la sede de Maguncia, y hombre docto en ciencia y elocuente en el hablar, nunca dejó de llevar a cabo todo lo que pudiese redundar a mayor gloria de Dios.