San Pedro Chanel, presbítero de la Sociedad de María y mártir, que dedicó su ministerio a atender a campesinos y niños, pero enviado después con algunos compañeros a evangelizar la Oceanía occidental, llegó a la isla de Futuna, donde no había aún cristianos y, a pesar de las muchas dificultades que encontró, con su singular mansedumbre convirtió a algunos, entre los cuales estaba el hijo del rey del lugar, que, furioso, lo mandó matar, siendo el primer mártir de Oceanía.
Ver másEn Tarazona, en la Hispania Tarraconense, san Prudencio, obispo. Santo patrono de la provincia de Álava.
Ver másSan Luis María Grignon de Montfort, presbítero, que evangelizó las regiones occidentales de Francia anunciando el misterio de la Sabiduría Eterna y fundó dos congregaciones. Predicó y escribió acerca de la Cruz de Cristo y de la verdadera devoción hacia la Santísima Virgen, y después de convertir a muchos, descansó de su peregrinación terrena en la aldea de Saint-Laurent-sur-Sèvre.
Ver másSan Polión o Polieno, mártir.
En el campo de concentración de Mauthausen, en Austria, beato José Cebula, presbítero de la Congregación de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada y mártir, el cual, siendo de nacionalidad polaca, fue encarcelado por odio a la fe y sometido a crueles tormentos hasta la muerte.
En la aldea de Saint-Laurent-sur-Sèvre, en Francia, beata María Luisa de Jesús Trichet, que vistió el hábito religioso como primer miembro de la Congregación de las Hijas de la Sabiduría, la cual dirigió con suma prudencia.
En Béziers, de la Galia Narbonense, san Afrodisio, considerado como el primer obispo de esta sede (s. inc.).
En Ravena, en la provincia de Flaminia, en Italia, conmemoración de san Vital (San Vidal). En este día, según la tradición, fue dedicada a Dios la celebérrima basílica de esa ciudad, en la que este santo es venerado desde tiempo inmemorial junto a los santos mártires Valeria, Gervasio, Protasio y Ursicino, por haber defendido tenazmente la fe (s. inc.).
En Pongibonsi, en la Toscana, beato Luquesio, el cual, siendo mercader, al convertirse vistió el hábito de la Tercera Orden de Penitentes de San Francisco, vendió todos sus bienes y los repartió entre los pobres, sirviendo a Dios y al prójimo con espíritu evangélico, humildad y pobreza.
En Cirta, de Numidia, san Agapio, obispo y mártir (c. 259).
En Magenta, cerca de Milán, en Italia, Santa Juana (Gianna) Beretta Molla, madre de familia, que, esperando un hijo, no dudó anteponer con amor la vida de la criatura a la suya propia.
En Sulmona, del Abruzo, sepultura de san Pánfilo, obispo de Corfinio (c. 700).