San Pedro Chanel, presbítero de la Sociedad de María y mártir, que dedicó su ministerio a atender a campesinos y niños, pero enviado después con algunos compañeros a evangelizar la Oceanía occidental, llegó a la isla de Futuna, donde no había aún cristianos y, a pesar de las muchas dificultades que encontró, con su singular mansedumbre convirtió a algunos, entre los cuales estaba el hijo del rey del lugar, que, furioso, lo mandó matar, siendo el primer mártir de Oceanía.
En el año 1803 vió la luz en Cuet (Francia).
Se ordenó sacerdote y ejerció en ministerio pastoral. Ingresó en la Compañía de María y posteriormente marchó a Oceanía como misionero.
Para realizar su tarea evangelizadora tuvo que sufrir heroicamente muchas y graves dificultades, llegando a convertir a la fe abundantes paganos.
Murió mártir, en el año 1841, en la isla de Fortuna.