En Tarragona, también en España, beato Antonio Perulles Estívill, presbítero de la Sociedad de Sacerdotes Operarios Diocesanos y mártir, que, en el furor de la persecución, acabó su martirio estando de camino.
Cantaba: "Falanges josefinas, hijos de mosén Sol, a la lucha cantando marchemos, valiente el corazón...", pero no era falangista. Nacido en Cornudella el 5 de mayo de 1892, operario diocesano (hijo del beato Manuel Domingo y Sol), trabajó pastoralmente en los seminarios de Burgos y Orihuela. Recién cumplidos 44 años le marcharon al cielo en el término de Marsà (Tarragona), carretera de Molà, un 12 de agosto, valiente el corazón para perdonar a los que no se atrevían a mirarle a los ojos.