En Lujiazhuang, pueblo cercano a Yingxian, en la provincia china de Hebei, san Juan Bautista Zhou Wurui, mártir, que, joven aún, confesó con franqueza ante los seguidores del movimiento de los Yihetuan que era cristiano, por lo cual, después de amputarle varios miembros, le remataron a golpes de hacha.